Monetización de la quinta semana de vacaciones: una "propuesta" que podría ser "desestimada", desactiva el ministro de Trabajo.

El globo sonda parece destinado a explotar en pleno vuelo. La ministra de Trabajo, Astrid Panosyan-Bouvet, insistió el viernes 18 de julio en que su propuesta de monetizar la quinta semana de vacaciones pagadas no era más que una idea puesta sobre la mesa para la negociación con los sindicatos, como parte del "componente laboral" del proyecto de presupuesto de François Bayrou para 2026. "Es una propuesta que se ha presentado a los interlocutores sociales. […] Si quieren descartarla, la descartan; si quieren negociar, negocian", declaró en RTL.
"Se trata de un texto que queda a criterio de los interlocutores sociales, ya que deben iniciar las negociaciones a partir del 1 de agosto", insistió el ministro, mientras que la propuesta, que inicialmente pasó desapercibida, ha provocado numerosas reacciones.
Este mecanismo se inspira en un sistema existente, que consiste en la monetización de las vacaciones pagadas (RTT), pero no supone en absoluto la supresión de la quinta semana de vacaciones pagadas, añadió la primera macronista. Según ella, se trataría de un nuevo derecho, sin cuestionar los derechos y protecciones actuales, pero que seguiría en manos de cada empleado.
Astrid Panosyan-Bouvet también declaró que se había reunido con organizaciones patronales el jueves y que esperaba a la CFDT y otras organizaciones sindicales el lunes. Sin embargo, la secretaria general del poderoso sindicato reformista, Marylise Léon, criticó una medida digna de un "museo de los horrores" en France Inter el jueves por la mañana.
La posibilidad de monetizar la quinta semana de vacaciones pagadas fue planteada este martes por Astrid Panosyan-Bouvet durante la conferencia de prensa en la que el primer ministro François Bayrou desveló su plan de ahorro y su voluntad de proponer a los interlocutores sociales que abran negociaciones sobre el seguro de desempleo y la legislación laboral.
La "propuesta" ha provocado fuertes reacciones en los partidos políticos de izquierda. "¡Las vacaciones pagadas están ahora en el punto de mira! Su única ambición para Francia: volver a la época de Giscard. Valemos mucho más que eso", reaccionó Fabien Roussel en X. El rebelde Éric Coquerel denunció en TF1 una medida "totalmente antisocial" .
Libération